La alimentación canina es un tema que genera muchas dudas entre tutores responsables. En medio de tanta información, es fácil caer en creencias erróneas que pueden afectar la salud de nuestros compañeros peludos. Aquí desmentimos algunos de los mitos más comunes sobre la comida para perros y su nutrición.
Mito 1: Los perros deben comer como los humanos
Uno de los errores más frecuentes es pensar que los perros pueden comer lo mismo que las personas. Aunque comparten algunos nutrientes básicos, los perros tienen necesidades nutricionales distintas. Por ejemplo, no procesan la sal, el azúcar o ciertos condimentos igual que nosotros. Alimentos como el chocolate, la cebolla, las uvas o el ajo pueden ser tóxicos para ellos, incluso en pequeñas cantidades.
Mito 2: La comida casera es siempre mejor que el alimento comercial
Muchas personas creen que preparar comida casera es automáticamente más saludable que el alimento balanceado (pienso o croquetas). Sin embargo, una dieta casera mal formulada puede provocar deficiencias nutricionales graves. Las marcas comerciales de calidad están formuladas por veterinarios y nutricionistas animales para proporcionar un equilibrio adecuado de proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales. Si se opta por comida casera, debe hacerse bajo la supervisión de un veterinario especialista en nutrición.
Mito 3: Los perros necesitan comer carne cruda como sus ancestros
Aunque los perros descienden de los lobos, han evolucionado durante miles de años junto al ser humano. Su sistema digestivo ha cambiado y ahora son omnívoros, lo que significa que pueden obtener nutrientes de fuentes tanto animales como vegetales. Las dietas BARF (acrónimo de “Biologically Appropriate Raw Food”) son populares, pero no están exentas de riesgos como infecciones por bacterias (salmonela, E. coli) y desequilibrios nutricionales si no se planifican correctamente.
Mito 4: Los granos son malos para los perros
Este es uno de los mitos más extendidos en los últimos años. Algunas dietas “grain-free” (sin granos) han ganado popularidad bajo la creencia de que los cereales causan alergias o son solo relleno. En realidad, la mayoría de los perros toleran bien los granos integrales como arroz, avena o cebada, que aportan fibra y energía. Las alergias alimentarias en perros son poco comunes y, cuando ocurren, suelen deberse a proteínas animales, no a cereales.
Mito 5: Cambiar de alimento con frecuencia es malo
Es cierto que los cambios abruptos en la dieta pueden causar trastornos digestivos, pero eso no significa que el perro deba comer el mismo alimento toda su vida. Introducir variedad, de forma gradual y bajo asesoramiento, puede ser beneficioso para evitar intolerancias y enriquecer la dieta.
En conclusión, la nutrición canina no debe basarse en mitos o tendencias, sino en información confiable y adaptada a cada perro. Consultar con un veterinario es siempre la mejor opción para garantizar una alimentación saludable y equilibrada. Al fin y al cabo, una buena nutrición es clave para una vida larga y feliz.